Svalbard, Noruega


Han pasado dos años más o menos desde que Meritxell y yo pensábamos visitar Svalbard, en el circulo polar ártico, la dichosa pandemia ha ido retrasando nuestro ansiado viaje hasta que por fin esta primavera la apertura de fronteras nos ha permitido retomarlo. Aquí una breve reseña.

El archipiélago ártico de Svalbard se encuentra totalmente bajo soberanía Noruega.

Es posible que los vikingos o quizá los rusos, descubrieran el archipiélago hacia el siglo XII, ya que existen antiguos relatos escandinavos de una tierra conocida como Svalbard, literalmente “orilla fría”. Posteriormente durante los siglos XVII y XVIII las islas sirvieron de base ballenera de neerlandeses, españoles e ingleses y también se establecieron en ellas las bases operativas de muchas de las expediciones árticas.

El 60% de la superficie del archipiélago está cubierta por glaciares y extensiones nevadas, sin embargo la corriente del Atlántico norte atempera el clima ártico manteniendo las aguas limpias de hielo y por tanto navegables durante la mayor parte del tiempo. Svalbard se sitúa al norte del circulo polar ártico y en Longyearbyen, la principal población de las islas, el sol de medianoche dura desde el 20 de abril hasta el 23 de agosto y la oscuridad perpetua desde el 26 de octubre hasta el 15 de febrero.

Además de los humanos, existen cuatro especies de mamíferos que predominan: el zorro ártico, el oso polar, el reno de Svalbard y accidentalmente se introdujo un ratón de campo (Microtus levis), aunque solo se encuentra en Grumant un asentamiento ya abandonado. Se han intentado introducir la liebre polar y el buey almizclero pero con resultado fallido. También hay diferentes tipos de mamíferos marinos como ballenas, delfines, focas y morsas.

El oso polar se ha convertido en el símbolo de Svalbard y también su principal atractivo turístico. A pesar de estar protegido, toda persona que salga de los asentamientos debe portar un rifle para poder defenderse en caso de ataque de este magnifico animal.

También podemos encontrar unas 30 especies de aves, la mayoría migratorias. Las más comunes son el mérgulo atlántico, el fulmar boreal, el arao de Brünnich, la barnacla cariblanca, la gaviota tridáctila y la perdiz nival.

Dentro de todas estas especies animales, el oso polar es la estrella y es el más buscado por fotógrafos ávidos de captar su imagen, también es el más difícil de avistar. Quizá sea también la especie más afectada por el cambio climático. Según estudios canadienses de 2005, el hielo de las zonas habitadas por estos animales se está derritiendo hasta tres semanas  antes que en la década de 1970, obligando al oso a retirarse a tierra firme sin haber completado sus reservas de grasa, que adquiere de cazar principalmente focas sobre la banquisa  y que pierden durante el verano y el otoño en forma tan crítica que afecta a la capacidad de las hembras para quedar preñadas y minan  su capacidad de producir leche para alimentar a sus crías. Esto ha provocado una caída del 15 % en la tasa de nacimientos.

Nosotros afortunadamente lo hemos podido observar y fotografiar a placer gracias a nuestro guía José David Gómez de “Hides de Calera”            que es impresionante como desde la embarcación en movimiento localiza los distintos animales presentes en la banquisa ártica. Su                        perseverancia y su buen hacer hace que todo parezca más fácil. Desde aquí gracias. Gracias también a Paco Motilva que ha ejercido de eficaz ayudante y también de médico, su profesión, lo que añadía confianza al grupo. Y como no al resto de este maravilloso grupo, Puy y Javier, Isabelle y Mauviel Alain, David Usero, Ana y David G. Collado, Xavi Bertrana, que han hecho posible esta agradable convivencia.

 

 


Algunas especies de aves que alegran el cielo ártico...


Zorro ártico, el gran oportunista...


Reno de Svalbard


Focas, morsas...


El rey del ártico


Y también como no, los grandes espacios.