Puna Argentina


Purmamarca
Purmamarca

Puna es una región altiplánica o meseta de alta montaña, propia del área central de la cordillera de los Andes. Constituye un bioma neotropical del tipo herbazal de montaña, llamado a veces tundra altoandina. Se emplaza por las zonas más altas de los Andes centrales. Este conjunto orográfico se encuentra entre las latitudes 8º S y 30º S aproximadamente, cubriendo territorios del norte de Argentina, del occidente de Bolivia, del norte de Chile y del centro y sur de Perú. Biológicamente y según el Fondo Mundial para la Naturaleza forma un conjunto de ecorregiones.

En Argentina, que fue el país por el que nos movimos, la puna es una continuación de la altiplanicie, pero va fracturándose en cordones de montañas y depresiones, y va disminuyendo su altitud llegando a los 3700 msnm en la puna de Jujuy y los 3200 m al sur en la puna de Catamarca, no obstante en algún paso de montaña, alcanzamos una altura de 5.004 msnm. La puna de Argentina se destaca en la extensa región llamada Puna de Atacama, aunque hay sectores puneños argentinos fuera de tal importante meseta.

En términos generales, la Puna es una región de baja presión atmosférica, menor cantidad de oxígeno en el aire y clima frío, con escasas precipitaciones y una temperatura media anual de 6º C hasta -7º C. Todos estos factores geográficos, unidos al relieve, le han dado varios endemismos a la región, la cual ha sido también cuna de diversas culturas precolombinas.

El término puna tiene origen quechua y significa "región de altura". El mal de la puna es una referencia al soroche o mal de altura tan conocido por los alpinistas, aquí se palía masticando hoja de coca, cosa que hace mucha gente.

La puna está surcada por cadenas montañosas y volcanes que se elevan más de 6.000 msnm, con cuencas endorreicas que han originado grandes lagunas como la de Pozuelos, en la provincia de Jujuy, y numerosos salares como Salinas Grandes y Olaroz en Jujuy, de Arizaro, Pocitos y Antofalla en las provincias de Salta y Catamarca.

Los vientos húmedos penetran desde un cuadrante noreste-este. Estos chocan con lo que en Argentina se conoce como Precordillera, donde generan precipitaciones de hasta 1000 mm anuales. Cuando los vientos atraviesan el primer cordón serrano, hacia los valles andinos, prolongan la estación seca gradualmente hasta extinguir las precipitaciones en la meseta del altiplano. El sistema de drenaje, generalmente endorreico, forma numerosas cuencas cerradas donde el escurrimiento descarga en salares.

La puna argentina alberga áreas protegidas como la laguna de los Pozuelos, laguna Blanca, y los parques nacionales de Los Cardones y San Guillermo.

La puna argentina se extiende por las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán y termina en Catamarca. Las precipitaciones que caen en esta región varian entre los 0 a 200 mm, es decir muy escasas, convirtiéndola en la zona más seca de Argentina.

Dependiendo de lo húmeda que sea la puna, se distinguen varios niveles, así estará mas o menos poblada de arbustos, herbazales y demás, pero por regla general es bastante árida.

La región está poblada por diversas especies de animales entre los que destacan los auquénidos, salvajes como la vicuña y guanaco, y domésticos (ganadería incaica) como la llama y la alpaca. Entre los mamíferos son típicos el cuy, la chinchilla altiplánica, vizcachas serranas, ciervo de altura, venado gris, zorrino, armadillo, además de depredadores como el puma andino, el zorro y el gato andino.

Entre las aves destacan el cóndor, el ñandú, el flamenco andino, colibrí puneño, perdiz serrana, gorrión americano, el pato puna, la focha cornuda, ganso andino, ibis de la puna, y otros más. El pez más representativo es el suche, una especie de siluro, además lagartijas, culebras sapos y ranas en medios húmedos e insectos.

Este apasionante viaje fue diseñado y guiado con gran acierto por dos buenos amigos, Miguel Angel Artus, gran fotógrafo y John Dekker, sobre todo un gran tipo, en el que depositamos nuestra confianza en su saber viajero por la región, que tan bien nos acogió en su casa, y que cargó con el mayor peso físico del viaje, siempre le estaremos agradecidos. Conchi Coronado también nos acompaña, (en realidad yo soy quien les acompaña a ellos), y al igual que yo nos encargábamos de la tediosa función de las expresiones tales como ¡ INCREÍBLE ! ¡ QUE PASADA ! etc. desde nuestra posición trasera en el vehículo, cada vez que atravesamos los distintos y maravillosos paisajes...

Desde aquí un abrazo para todos ellos.

Fundamentalmente ha sido un viaje paisajístico, por lugares de una belleza impresionante, geológicamente hablando, salvaje, solitario, ÚNICO.

Las pocas y pequeñas poblaciones que existen en la región, son verdaderos oasis de vida en donde eres bien acogido con la sencillez y la amabilidad de gente humilde y auténtica, que valora la felicidad a pesar de la dureza del medio.