De nuevo he vuelto a este hermoso país, y de nuevo de la mano de mi buen amigo Miguel Angel Artus, que diseñó una atractiva ruta que después de visitar algunos parques nacionales en las Montañas Rocosas Canadienses, nos llevó más al norte, al Territorio del Yukón, allí visitamos Kluane National Park and Reserve y otros lugares de la zona.

A continuación hicimos una incursión en Alaska EE.UU. donde fotografiamos fundamentalmente osos Grizzly pescando y águila calva, el símbolo de los Estados Unidos.

Ha sido una vez más una experiencia muy enriquecedora recorrer lugares tan salvajes donde aún es posible observar fauna en libertad sin necesidad de esconderse en un “zulo” de observación con las limitaciones que ello supone.

Sin más os dejo unas galerías de imágenes que espero os gusten.

Tanto el norte de Canadá como Alaska encierran lugares salvajes de gran belleza paisajistica, regiones que hace miles de años ocupaban glaciares y hielos perpetuos, hoy, después de su desaparición, estos lugares fueron ocupados por lagos de todos los tamaños imaginables y enormes extensiones boscosas donde habita gran cantidad de fauna de todo tipo. Grandes cordilleras montañosas recorren el territorio dando grandiosidad al paisaje, esto hace las delicias de los amantes del mundo natural, ya sean montañistas, esquiadores, senderistas, ciclistas y un largo etcetera que disfruta de este majestuoso entorno con admiración y respeto. Los fotógrafos no íbamos a ser menos y cuando recorremos estos lugares increíbles se nos cae literalmente la baba.

Cuando llega el otoño y las temperaturas comienzan a descender, el salmón retorna al río que le vio nacer  para cerrar el circulo de vida, el desove de las hembras que los machos fertilizaran con placer para después morir. Esto hace que algunos ríos exploten de actividad atrayendo al lugar a gran numero de depredadores para alimentarse. Los osos son los principales protagonistas ya que barruntan el invierno que se echa encima y sabedores de la llegada del salmón recorren los ríos pescando como si no hubiera un mañana, necesitan almacenar grasa para pasar la hibernación, tanto ellos como sus crías más vulnerables. Como no, de esta actividad se aprovechan otras especies como las águilas calvas, córvidos, gaviotas, etc. que dan buena cuenta de los despojos que abandonan los osos.

Y claro, no podía ser de otra manera, allí estamos nosotros con nuestras cámaras, tan enloquecidos o más si cabe que los propios osos. Las cámaras echan humo. La verdad es que es un autentico placer poder observar la fauna de esta manera tan natural, sin escondites  ni tener que atraerla con ningún tipo de señuelo, solo manteniendo una distancia y un respeto.