Marzo / 2024. De nuevo en África, con sus atardeceres inolvidables, la hospitalidad de sus gentes y su naturaleza salvaje.

En esta ocasión visito este hermoso lugar a través de una ruta diseñada por mi buen amigo Miguel Angel Artús con el soporte de Watatu Travel. Recorrimos en el norte del país, la zona sur del famoso delta del Okavango, reserva Moremi y fuimos subiendo para adentrarnos en el parque nacional Chobe, por último pasamos al vecino Zimbabue para visitar las famosas cataratas Victoria o como realmente eran y son conocidas localmente, Mosi-oa-Tunya (el humo que truena), que manía los occidentales, y que falta de respeto, cambiando el nombre de las cosas allá por donde van. Un lugar muy turístico pero realmente espectacular.

Botsuana se encuentra al sur del continente africano, tiene por vecinos a Zambia al norte, Zimbabue al este, Sudáfrica al sur y Namibia al oeste y norte. Su superficie es muy similar a la de España, pero su población apenas supera los dos millones de habitantes. El desierto del Kalahari ocupa aproximadamente el 70 % de la superficie del país especialmente en el sur y suroeste, en el aún viven alrededor de 45.000 nativos bosquimanos o basarawa, donde estos cazadores-recolectores habitan desde hace al menos 20.000 años. Al norte se encuentra el famoso delta del Okavango, el delta interior más grande del mundo, un caso poco usual de delta, ya que este río, el Okavango, no desemboca en el mar sino que desagua en una llanura endorreica con un clima mucho más seco donde se infiltra y se dispersa en el desierto del Kalahari. En el delta del Okavango existe la única población de leones nadadores, estos se ven forzados a entrar en el agua, que durante las crecidas llega a cubrir el 70% de su territorio, para poder cazar impalas y otros antílopes. El resto del país está ocupado por sabanas y praderas.

Toda la región es un paraíso para la fauna que vive en el y como no para cualquier fotógrafo de naturaleza que se aventure en la zona. Pudimos observar y fotografiar un gran numero de especies animales, tanto aves como mamíferos y reptiles. El único que se resistió fue el perro salvaje africano o licaón (Lycaon pictus) que buscamos con insistencia pero de manera infructuosa. Tampoco vimos guepardo que prefiere zonas más abiertas de sabana donde poder cazar con más facilidad, el territorio que visitamos estaba plagado de bosque y matorral donde el avistamiento y sobre todo persecución de las presas es mas dificultoso para este felino. Botsuana es aún un lugar en el que existen zonas muy tranquilas donde el turismo masivo afortunadamente todavía no ha llegado.

Desde aquí mando un saludo a nuestros compañeros de viaje Conchi Coronado, Judith, Pau, Miqui, Andrés, Guillem, y mi querida Meritxell con los que compartimos unos días inolvidables de momentazos faunisticos, risas a raudales y miles de fotos.

También mi agradecimiento a nuestros guías de fauna sin los cuales sería más que imposible observar y fotografiar las distintas especies.

Espero que os gusten las imágenes, y disfrutéis tanto como yo cuando las realicé. Las muestro en orden cronológico a medida que fue avanzando el viaje.